viernes, 11 de febrero de 2011

¿Cómo afecta el estrés en el Aprendizaje?

Elaborado por: Edgar Villar Chávez
Se entiende por estrés a un "desfase" entre el individuo y su entorno. El estrés es difícil de definir porque los estudiantes reaccionan a él de manera muy diferente, y una situación que es estresante para un estudiante puede no serlo para otro.
Algunos estudiantes universitarios, cuando están estresados por las exigencias académicas, utilizan mecanismos eficaces para hacerle frente, como por ejemplo, evitando el estudio y aplazar las tareas de escritura. Los maestros pueden ayudar a los estudiantes estableciendo mecanismos más eficaces a través de la gestión de sus cursos para que los estudiantes tengan información sobre qué esperar, así como dar información sobre su progreso y proporcionar un grado de control sobre las actividades del curso.
Cuando se administra adecuadamente, el desempeño actual, puede fomentar la retroalimentación positiva que motiva a los estudiantes a la acción y puede impedir el estrés negativo que inhibe la acción.
Los docentes pueden tomar medidas específicas para dar retroalimentación efectiva y así evitar el stress:
1.       Ayudar a los estudiantes a saber a qué atenerse.
2.       Crear "ciclos de aprendizaje".
3.       Proporcionar comentarios por escrito sobre el trabajo de los estudiantes.
4.       Realizar pruebas con la suficiente frecuencia.
5.       Organizar reuniones personales para discutir el trabajo de los estudiantes.
Tener un sentido personal de control es un factor importante para reducir el estrés. Cuando los estudiantes no saben qué esperar en sus cursos, se sienten fuera de control. Los docentes pueden ayudar a los estudiantes tener una mayor sensación de control mediante el uso de peticiones en lugar de comandos, dando opciones a los estudiantes en los requisitos del curso, explicando las tareas y que los estudiantes conozcan sus efectos, involucrando a estudiantes en el diseño de los exámenes, solicitando y utilizando la retroalimentación de los estudiantes para mejorar los cursos y la enseñanza.
Los docentes universitarios que puedan efectivamente utilizar la retroalimentación y control en su salón de clases, pueden crear un clima propicio para el aprendizaje. Los estudiantes estarán relajados y motivados para aprender cuando se tiene un docente que proporciona orientación e información y que está dispuesto a aceptar a cambio.

La frecuencia de contacto y la calidad de los docentes con los estudiantes, dentro y fuera del aula, afectan a los estudiantes en su propio aprendizaje. Las relaciones positivas entre docentes y estudiantes han sido vinculadas a la satisfacción de los estudiantes con la universidad, sus aspiraciones educativas, y sus logros académicos. Y cuando los estudiantes perciben a los profesores como socios en el proceso educativo, tienen más probabilidades de asumir tareas nuevas y difíciles.
Para mejorar sus relaciones con los estudiantes y mejorar el aprendizaje, los docentes pueden proporcionar una estructura al inicio de un curso, fomentar la participación en clase, conocer a los estudiantes por su nombre, movilizar a los tutores de estudiantes, formar grupos de estudio, hacer uso apropiado del humor e historias de personalidad, ser "profesionalmente íntimo" y ser accesible incluso fuera de clase.
En general, los estudiantes sienten menos estrés y lidian de manera más efectiva con el estrés si se sienten que pertenecen a la comunidad académica.  Los docentes podemos desempeñar un papel clave en la introducción y bienvenida a los estudiantes a esa comunidad.

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