miércoles, 2 de febrero de 2011

EDUCACIÓN VIRTUAL

POR: LIC. EDITH OLIVARES MANRIQUE
MAESTRÍA EN DOCENCIA UNIVERSITARIA – AULA 504

Educación virtual, término común en este siglo XXI, ha cambiado la didáctica del proceso enseñanza aprendizaje, por el auge de las nuevas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC).

Esta corriente actual de aprendizaje permite el uso de amplios y diversos programas en forma rápida, con el fin de contribuir al mejoramiento del conocimiento humano, mediante formas de preparación y estudio sin horarios, ni espacio determinado, adecuado al ritmo de aprendizaje del estudiante, cuando éste lo crea conveniente.

La tecnología ha creado el ciberespacio, el cual marca el fin de los límites locales y nacionales. Cualquiera que cuente con una computadora, un módem, y un proveedor de servicios de Internet, puede ahora conectarse con el mundo sin fronteras y utilizar su vasta gama de ofertas. Toda persona puede enseñar, y todos tienen la oportunidad de aprender, cualquier cosa, en cualquier momento y en cualquier lugar. Debido al acelerado ritmo de los cambios tecnológicos que está experimentando el mundo, y al efecto que está teniendo en la manera de entregar conocimientos e información, tanto dentro como fuera de los recintos universitarios, algunas autoridades en el campo de la educación han presagiado que las universidades electrónicas que están surgiendo en el último tiempo serán notoriamente distintas de sus predecesoras.
La era cibernética tiene el efecto de aumentar el potencial de la sociedad; un efecto análogo al observado varias generaciones atrás, cuando la imprenta permitió difundir información entre la gente común. Sin embargo, como muchos han observado, la educación superior ha actuado con lentitud en la tarea de adaptarse a la sociedad global que está surgiendo. Muchos educadores no parecen estar preocupados porque factores de alcance mundial ajenos al ámbito educacional, como el sector de los negocios, los adelantos tecnológicos y otras prioridades gubernamentales, puedan determinar el perfil que adoptará la universidad electrónica. Como el acceso al ciberespacio está aumentando en proporciones nunca antes imaginadas, las instituciones de estudios superiores se están viendo obligadas a reaccionar frente a las nuevas circunstancias.

La era de la información, con la rápida evolución de la tecnología digital, es un proceso de cambio y adaptación. Este mundo en constante transformación tiene importantes repercusiones para las diversas partes comprometidas en el proceso educativo, como los alumnos, los profesores, los administradores de instituciones educacionales, lo mismo que los empleadores de profesionales. Es preciso que surja un ambiente de aprendizaje pertinente y flexible para así avanzar al ritmo de los nuevos acontecimientos observados en la sociedad. La necesidad apremiante que experimentan hoy en día las universidades y los institutos superiores, que en su forma actual son en gran medida producto de la información impresa, es la de transformar su teoría, su práctica, su cultura y sus tradiciones para satisfacer las exigencias de la era digital. El reemplazo del formato impreso por el formato electrónico como principal medio de información, también modificará en su mayor parte lo relacionado con qué se conoce, cómo se conoce, quién tiene acceso a esos conocimientos y cómo serán utilizados. Resulta, por tanto, esencial, que las instituciones lleguen a habituarse adecuadamente a los factores y problemas que afectan la transición de la educación basada en el formato impreso a la información basada en el formato electrónico.
Esta educación virtual se enfoca en producir, como meros productos, propios de la era de la revolución industrial, alumnos más autónomos, independientes y responsables de sí mismos al ser parte de este medio de aprendizaje interactivo, alumno-computadora; el cual constituye una opción viable para aumentar las oportunidades de aprendizaje, proporcionar acceso a más información y mejorar la calidad de la educación.
Sin embargo, esta forma de educación tiene una inclinación conductista, ya que se fija en cómo saldrá el producto final que es el alumno, desconociendo inclusive la importancia del educador en la formación de valores universales. Se pierde el contacto alumno-alumno y alumno-profesor, lo humano en ese vital y necesario proceso de comunicación, mediante el cual el alumno tiene la posibilidad de retroalimentarse y nutrirse de otros en la adquisición de nuevos conocimientos.
Los docentes hoy en día son conscientes de los cambios en la educación por este nuevo paradigma digital y muchos se están insertando y adecuando a este nuevo método, aunque algunos todavía se mantienen reacios y les cuesta aceptar y ser parte de estos cambios de la era digital. No obstante, las oportunidades y los beneficios no se dan por igual en todo el país, en muchas zonas de provincia o alejadas de ciudades céntricas ni siquiera llegan computadoras para acceder  a esta educación virtual o a distancia y si llegan casi todas son obsoletas con programas antiguos que no permiten explorarlos en su totalidad para crear nuevas estrategias de aprendizaje. Entonces, ¿Por qué esta desproporción en cuanto a los beneficios que ofrece esta educación en red o a distancia?  ¿A qué se deberá esta marginación? La respuesta es de índole político, mantener el centralismo para evitar que todos tengan acceso y preparación adecuada y así exista una minoría y no una mayoría... ¿Para qué? Cada uno podemos formular nuestras propias respuestas…
Lamentablemente, muchos cursos a distancia dejan mucho que desear, pues ofrecen carreras de 5 años en sólo 3 años vía virtual, las interrogantes que nos planteamos: ¿el profesional que egresa desarrollará todas las capacidades cognoscitivas, procedimentales, y afectivas? ¿Será un profesional competente que responda a las exigencias de este mundo globalizado?
 Si bien es cierto, el proceso de enseñanza aprendizaje no puede realizarlo el alumno por sí solo, en contacto con una computadora, sino que se logra  gracias  a la interacción socio-cultural, como lo sostiene Vygotski. La influencia del grupo, de los otros, es uno de los factores determinantes en el desarrollo de cada individuo, por que el hombre es por naturaleza un ser eminentemente social y la cultura se construye dentro de un grupo social. El hombre como un ente aislado no puede lograr el mayor desarrollo personal y social por la falta de la sociedad que contribuye  a la autorregulación de su propio comportamiento.
El papel del docente es y será un facilitador del proceso enseñanza aprendizaje en el cual el alumno transformará la realidad y a sí mismo, al apropiarse de conocimientos, hábitos, habilidades y capacidades, siendo responsable de sus resultados, en estrecha vinculación y cooperación con su maestro. Por lo tanto, no se puede dejar de lado el importante rol del docente como guía, formador de valores, diseñador y creador de estrategias que propician el aprendizaje, ni la tecnología, pues el docente utiliza los servicios y programas que brinda la educación virtual para el desarrollo del estudiante tanto en la educación básica como en la superior.

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